Bolivia experimenta problemas políticos. EEUU busca cambiar al gobierno soberano por otro afín a sus intereses geopolíticos y económicos.
Bolivia ha enfrentado problemas políticos en los últimos años, marcados por intentos desestabilizadores y golpistas contra los gobiernos de izquierda del Movimiento al Socialismo (MAS), primero liderado por Evo Morales y actualmente por Luis Arce. La Embajada de Estados Unidos ha tenido una activa participación en la política boliviana, lo que muchos consideran injerencia en los asuntos internos del país. A pesar de su respaldo popular, el gobierno actual, elegido en 2020 con una amplia mayoría, ha sido objeto de constante hostigamiento.
Desde una perspectiva crítica, se puede argumentar que Estados Unidos busca beneficiarse de esta situación, por sus intereses económicos y geopolíticos en Bolivia. Sin embargo, la injerencia estadounidense va más allá de lo evidente. Bolivia posee el 85% de las reservas mundiales de litio, formando junto a Chile y Argentina el “Triángulo del litio”. En 2023, Bolivia firmó importantes convenios con el consorcio chino CATL BRUNP & MOC, con la empresa china Citic Guoan y con la corporación rusa Uranium One Group para la instalación de complejos de extracción de litio.
El descubrimiento de reservas de uranio ha llevado a Bolivia a firmar más acuerdos con Rusia y China. Además, se estableció un acuerdo con la estatal rusa Rosatom para desarrollar tecnologías nucleares con fines pacíficos.
El dominio de China en el sector del litio, que controla aproximadamente el 90% del mercado, resulta incómodo para Estados Unidos.
A finales de 2019, se conoció el plan "Crecimiento en América", un relanzamiento de la doctrina Monroe, y en 2024 se denunció un plan de recolonización de América Latina llamado “Simón Bolívar”. En abril de 2024, medios de comunicación como El Siglo (Chile) y Real Politik (Argentina) revelaron un plan específico para instaurar un gobierno de derecha en Bolivia que apoye los intereses estadounidenses y debilite al MAS-IPSP.
El 19 de abril de 2024, se filtró información de la Embajada de EEUU en La Paz sobre un nuevo plan para recolonizar América Latina, apuntando a la instalación de un gobierno alineado con Estados Unidos. Se reveló que, para lograr que un candidato de derecha llegue al poder en 2025, se busca dividir al MAS-IPSP y crear un "outsider" que no aparece en las encuestas.
Los operadores del plan incluyen a Debra Hevia, nueva Encargada de Negocios de EEUU, quien ha iniciado programas para formar liderazgos y ha mantenido reuniones con políticos de diversas agrupaciones. También se mencionan organizaciones que financian este plan, como la Fundación Nacional para la Democracia, la DEA, el Instituto de Relaciones Internacionales, la DEA, la Fundación Libertad y Democracia, la Fundación Ríos de Pie, la Fundación Construir, Comunidad Ciudadana, la Alianza Informativa Latinoamericana, Military Church Support Group – Centurian Project (Fort Bragg), y la Unión Juvenil Cruceñista y grupos con vínculos militares.
Entre los políticos implicados se encuentran alcaldes y expresidentes que podrían facilitar este cambio. En la Asamblea Legislativa, diputadas y otros políticos opositores también estarían involucrados en estas acciones. La intención es desestabilizar al MAS-IPSP y promover una agenda que beneficie a EEUU.
Parte del plan consiste en aprovechar y fomentar el crecimiento de una crisis política, lo que devendría en una crisis económica incrementada por la obstrucción de créditos por operadores en la Asamblea.
Esta estrategia se centraría en consolidar un gobierno servil, con el fin de explotar los recursos naturales de Bolivia, especialmente el litio, uranio, hierro y tierras raras, objetivos clave para EEUU.
Cabe recordar que Bolivia está rodeada de bases militares estadounidenses, estando las más cercanas en la frontera entre Tarija y Argentina, donde tomó fuerza el Comando Sur estadounidense, lo que genera inquietud sobre las intenciones de Estados Unidos.
El 28 de abril de 2024, Evo Morales advirtió sobre el plan de EEUU para dividir al MAS, por “interés del litio”, refiriéndose al denominado “Plan Simón Bolívar”, elaborado para contrarrestar la influencia de China y Rusia en Sudamérica.
El 23 de mayo, el medio de comunicación El Radar recibió información de que EEUU había informado a la ONU sobre un conflicto inminente en Bolivia, generando el cuestionamiento sobre cómo la embajada estadounidense había obtenido esa información.
El 24 de junio, Hevia fue convocada por el Ministro de Relaciones Exteriores por acciones consideradas una intromisión en los asuntos internos del país.
El 26 de junio, un mes después que “lo supiera” EEUU, se intentó un golpe de Estado contra el gobierno de Arce, que fue frustrado gracias a la movilización popular.
El declive de la unipolaridad y el avance hacia un mundo multipolar, junto con el crecimiento de China y la consolidación de los BRICS, representan una amenaza para la hegemonía de EEUU. Con sus planes para América Latina, Estados Unidos intenta mantener influencia sobre la región y acceder a sus recursos naturales, en una competencia directa con China y Rusia. Las acciones de EEUU y sus aliados locales ponen en riesgo no solo el desarrollo de los países latinoamericanos, sino también la paz en el continente.
Por: Eduardo Mernies
Analista en Asuntos Internacionales
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