Por disposición del actual Presidente de Ecuador Daniel Noboa, fuerzas militares y policiales de este país penetraron por la fuerza a la Embajada de México cita en la capital ecuatoriana, con el fin de capturar y secuestrar al ex Vicepresidente Jorge Glass.
La incursión por la fuerza en la embajada mexicana constituye una violación del Derecho
Internacional y a la soberanía de México. Debe tenerse presente que la Embajada constituye
territorio mexicano y su invasión viola la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, aprobada en 1961, que obliga al Estado de Ecuador a cumplir y garantizar su cumplimiento. El artículo 22 de esta Convención establece expresamente la inviolabilidad de las embajadas y que “los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión”. Y refuerza la obligatoriedad del Estado receptor (en este caso Ecuador) de “adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad.”
Tal violación del Derecho Internacional y de la Soberanía de México, responsabilidad total del Presidente de la República de Ecuador, provocó que México demandara al Estado de Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia y dispusiera el rompimiento de relaciones diplomáticas.
Semejante acción extraordinariamente autoritaria, forma parte de una persecución contra el
ex Vicepresidente Jorge Glass, que lleva más de siete años, gran parte de los cuales ha sido
víctima de torturas y otras violaciones a sus derechos humanos.
El único caso similar que se conoce en nuestro continente fue el del secuestro de la maestra
Elena Quinteros en Uruguay, durante la dictadura cívico-militar.
Estas acciones escandalosas del Presidente Noboa, dan cuenta de la fragilidad institucional de un gobierno que se ha mostrado incapaz de controlar y hacer frente a una violencia de las bandas criminales que aterrorizan a la sociedad ecuatoriana.
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